jueves, 12 de enero de 2012
Caminando en silencio
A veces, nos sentimos incómodos al hablar con alguien y al poco tiempo, no sabemos qué decir... aquella persona que era mi mejor amiga, después de pasar dos años sin verla, me la encontré un día por la calle. Supongo que mi excusa de no reconocerla es por el tiempo transcurrido y el cambio en ella, pero aún así me siento un poco confusa. Todavía me acuerdo de cuando me agarró del brazo, la miré a los ojos y quise preguntar: ''¿Quién eres?'' Al darme cuenta de que era ella, me sentí estúpida y avergonzada. No reconocer a quien era tu mejor amiga, y sigue siendo una de ellas, es en mi opinión, uno de los mayores pecados que puede cometer el ser humano. Hablamos de su vida y de la mía, tendríamos que contarnos muchas cosas. En estos dos años han ocurrido muchas cosas, sin embargo, no supe qué decir. Casi me dio por preguntar sobre el tiempo que hacía, pero me contuve. Se tenía que ir y nos despedimos. No me giré hasta perderla de vista entre la muchedumbre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario